miércoles, 24 de noviembre de 2010

Fauna Iberica Jacobo 4º ESO

Diferentes tipo de animales de la fauna ibérica:

Liebre:

Mamífero lagomorfo de mediano tamaño, pelo suave y corto, orejas aun más largas que las del conejo, y rabo corto. Al igual que su congénere el conejo, la liebre es una especie fundamentalmente crepuscular y nocturna, que constituyen piezas claves en nuestra fauna, de modo que se considera que más de treinta especies de mamíferos, aves y reptiles incluyen a la liebre dentro de su dieta alimenticia.
En la Península Ibérica hay tres especies de liebres: la liebre de piornal (Lepus castroviejoi, Palacios,1976), la liebre europea (Lepus europaeus, Pallas, 1778 ) y la liebre ibérica (Lepus granatensis, Rosenhauer, 1856). De estas tres especies la más extendida y abundante en España es la liebre ibérica, un endemismo ibérico que podemos localizar en Andalucía, ambas Castillas, Extremadura, Levante y algunas zonas de Galicia y de la Cordillera Cantábrica, pero no está presente en el oeste de Galicia, ni en el occidente de Asturias. La liebre de piornal tiene un área de distribución muy restringida, en ambientes montanos, en alturas superiores a los 1.000 metros, de tal modo que sólo está presente en la Cordillera Cantábrica, siendo Asturias y León los territorios que cuentan con una población más abundante de liebre de piornal. La liebre europea mantiene poblaciones reseñables en los Pirineos, norte de la provincia de Burgos y la práctica totalidad de Cantabria, aun cuando ha visto restringida su área de distribución ya que hasta hace poco, también estaba presente en Navarra, País Vasco y la costa catalana. La liebre europea (Lepus europaeus) es la de mayor tamaño, en torno a 4 Kg, y la de más amplia distribución mundial apareciendo en la práctica totalidad de Europa y en el noreste de la Península Ibérica, al este del Narcea y al norte del valle del Ebro.
Estas tres especies de liebres, que son territorialmente incompatibles entre sí,  se diferencias por su aspecto y forma. La liebre ibérica, que a su vez cuenta con tres subespecies: la liebre de Galicia (Lepus granatensis gallaecius, Miller 1907), la liebre de Mallorca  (L. g. solisi, Palacios y Fernández, 1992) y la liebre ibérica, (L. g. granatensis, Rosenhauer, 1856), es la menor de las tres especies de liebres peninsulares. Otras diferencias anatómicas aparecen en el cráneo y en la disposición de los incisivos superiores (más inclinados hacia adentro en la L. granatensis), aun cuando el rasgo más apreciable para diferenciarlas visualmente aparece en el color de la capa, de modo que en la L. granatensis el color del vientre es de un tono blanco sucio, que se extiende por una mayor superficie que en las otras dos especies, extendiéndose por las patas anteriores y posteriores, en los que forma una banda blanca muy marcada.
La liebre tiene muy desarrollados el oído y el olfato, siendo la vista su peor sentido. El tipo de vida que lleva la liebre, en terreno abierto, sin refugiarse en madrigueras abiertas en el suelo, ni entre piedras o troncos de árboles, motiva una especial adaptación del animal a este medio, habiendo desarrollando una particular estrategia defensiva dentro de la etología de la especie. Así, la liebre no solo es muy veloz y ágil, pudiendo alcanzar una velocidad punta de 70 Km/hora, sino que está siempre atenta a cuanto sucede a su alrededor, siendo una estampa clásica de la especie, verla sentada sobre el suelo con las patas delanteras colocadas de forma erguida, para escudriñar y vigilar cuanto sucede en su territorio, en la forma que se reproduce en la imagen principal que ilustra esta ficha. La liebre es también sumamente recelosa y cautelosa, de forma que no se dirige nunca directamente a su lugar de encame, sino que con la clara intención de despistar a posibles depredadores y diluir su rastro, efectúa bruscos giros y cambios en el sentido de la marcha, para terminar dando un gran salto cuando está próxima a su refugio, colocándose en sentido contrario al llevado en la marcha.
La liebre tiene una constitución característicamente atlética, con extremidades finas y largas, pero particularmente dotadas de unos músculos muy poderosos que cuentan además con la peculiaridad de contener hemoglobina, lo que le da el característico color rojo oscuro a su carne, permitiéndole que su velocidad y resistencia en la marcha sea superior a la de otras especies como el conejo.


Lince:
El lince ibérico es un felino de tamaño superior a un gato montés, con unas patas largas y adaptadas para el salto y caza del conejo su principal alimento. El lince cuenta con una característica cola corta, de tan solo 8 a 15 cms, y sus orejas grandes y erguidas, también muy identificativas de la especie, aparecen dotadas de unos característicos pinceles de pelo negro. La cara está rodeada por pelos muy largos, formado unas grandes patillas terminadas en punta, que se desarrollan más con la edad del individuos.
 El lince es una especie marcadamente predadora, la que localiza a sus presas mediante la vista y el oído. Sus técnicas de caza son la espera y el rececho, siendo ésta última la más frecuente. El rececho consta de varias fases, que se pueden dividir en aproximación o rececho en sentido estricto, acecho y salto sobre las presas. La aproximación se realiza de un modo muy cauteloso, pero rápido, sin perder de vista a la presa y aprovechando la cobertura vegetal con la que intenta ocultarse mientras se aproxima a la presa. Cuando la aproximación es suficiente surge un rápido ataque a la víctima, con saltos de hasta cinco metros, que en caso de fallar puede prolongar la persecución en un corta carrera rápida, que abandona caso de no dar alcance a la presa.   
La principal presa del lince es el conejo, aunque también puede dar muerte a cervatillos, liebres, roedores e incluso aves como la perdiz y las anátidas. Porcentualmente el conejo representa entre el 70 y el 95 % de la biomasa del lince, seguido de los cérvidos (un 15 % aproximadamente) y aves. Cifras que van a depender de la época del año y de las disponibilidades de alimento.
El lince es un animal de actividad fundamentalmente crepuscular y nocturna, aun cuando durante el invierno aumentan sus hábitos diurnos. Suele ser un animal que vive en solitario, excepto en las épocas de cría y celo. No suelen compartir el alimento tras la dispersión de las crías de la hembra. El macho no coopera tampoco en la cría de los recién nacido, desentendiéndose de la hembra tras el celo. 
El área de campeo del lince, se ha estimado en Doñana en torno a los 10,3 kilómetros cuadrados para los machos y los 8,7 para las hembras. Tras la dispersión juvenil los jóvenes se establecen en una zona de 11 Km. de promedio del área natural donde nacieron, aun cuando se han constatado dispersiones de varios cientos de kilómetros.

Corzo:
De pequeño tamaño, similar al de una oveja, y con coloración uniforme, que varía con la época del año, pasando de una coloración grisácea en invierno a un pelaje estival de tonalidad castaña. Cuenta con una cola muy corta, de apenas unos centímetros, que se pierde en el característico escudo anal de la especie, este en forma de corazón invertido y color blanco en invierno y más amarillento en verano. El bozal negro, que contrasta con el color blanco de la barbilla y labio superior, es otro rasgo muy marcado en la especie, que resulta inconfundible dentro de los cérvidos.Al tener las cuartos traseros más largos y elevados que los delanteros, adopta un aspecto desproporcionado, viéndose  obligado a andar a pequeños saltitos, lo que le confieren además un aspecto grácil y simpático.El corzo, que emite un sonido llamado “ladrido”, por su similitud al de los cánidos, se considera un animal predominantemente forestal, que sale a campo abierto en contadas ocasiones durante el final del invierno y la primavera para añadir algunas hierbas a su dieta, basada en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Sus hábitos son crepusculares, viéndosele rara vez durante el día, que suele pasar escondido entre la espesa vegetación.
El tamaño del corzo, también de su cuerna, va a depender mucho del alimento y estado de salud del animal, también hay diferencias locales de tamaño dentro de la población ibérica, siendo los corzos cantábricos los que alcanzan mayores tallas y pesos, mientras que los andaluces son sensiblemente menores, seguramente como adaptación a un clima y vegetación determinados.
Los machos tienen una cuerna poco ramificada que pierde entre octubre y noviembre, comenzando a crecer el mismo día del desmogue previo y está totalmente completa y mineralizada entre marzo y mayo. La cuerna se compone de una guía principal acabada en punta, que se inserta en los pivotes óseos del cráneo mediante un ensanchamiento denominado roseta. Aproximadamente en la primera mitad anterior de esta guía principal surge una punta dirigida hacia adelante y hacia arriba denominada luchadera. En el último tercio de la guía de la cuerna aparece una segunda punta, dirigida posteriormente, denominada garceta. Así la configuración de la cuerna del corzo es relativamente sencilla y con tres puntas.
Aunque por algunos autores se ha indicado que las excrecencias o botones que presenta la cuerna, llamadas perlas, van aumentando en su número con la edad del individuo, no hay evidencia de correlación entre edad y perlado. Hoy se cree con cierto fundamento que la mayor abundancia o no de perlas tiene que ver con un retraso en el descorreado de forma que al retrasarse más se mantiene la circulación periférica del tejido óseo durante más tiempo, y ese mayor aporte local de nutrientes (en especial protéico) da lugar al perlado.
Considerado una especie marcadamente territorial, en el caso de los machos, mantienen una zona de exclusión frente a otros congéneres de su mismo sexo durante gran parte del año, prolongándose el período de celo de los machos durante casi 6 meses al año (de abril a septiembre). El dominio vital de los machos territorialistas está en torno a las 7 hectáreas.
La reproducción del corzo viene condicionada por el fenómeno de la diapausa embrionaria, por la cual el óvulo permanece flotando en el útero de la hembra desde el momento de la fecundación (julio-agosto) hasta principios del invierno (diciembre) comenzando entonces un ciclo de gestación normal, produciéndose los partos a finales del mes de abril. Su aparente éxito demográfico se debe a este fenómeno y su alto índice reproductor. Los corzos son los únicos artiodáctilos que tienen implantación diferida.
Todas estas características, unidas a su gran plasticidad adaptativa a todo tipo de hábitats, incluso islas, a las que ha podido acceder aprovechando sus óptimas cualidades nadadoras, así como llanuras cerealísticas, siempre que cuenten con una mínima cobertura vegetal en la que completar su ciclo biológico, ha motivado la amplia distribución de la especie, de la que se ha constado en los últimos años una expansión notable, habiendo ocupado territorios en los que su presencia era desconocida.
La historia evolutiva del corzo se encuentra llena de altibajos demográficos, lo que también indica una extraordinaria fragilidad ante fenómenos como deforestaciones, presión cinegética, predación, inviernos duros, etc.
Aguila real:
La más grande y poderosa de las águilas de la Península Ibéricas, de alas largas y anchas con pequeñas manchas blancas y cola larga de extremo cuadrado de color claro. Las hembras siempre mayores que los machos pueden llegar a pesar 6 kg y tener hasta 2,50 mts de envergadura. La tonalidad del dorso es de color castaño con matices rojos y la parte inferior más clara. Los ejemplares jóvenes tienen la cola blanca en la raíz e incluso algunas zonas blancas en las alas. En mudas sucesivas cambia el plumaje hasta alcanzar el color definitivo hacia los cuatro años de edad. 
Las patas, muy poderosas, están emplumadas hasta el nacimiento de los dedos. Es un ave muy adaptable, vive con preferencia en zonas montañosas, pero se le puede ver en lugares de baja altitud, ocupando páramos, monte bajo y zonas despobladas. En La Rioja se presenta fundamentalmente en los valles de los afluentes del Ebro, donde encuentra cortados apropiados para construir sus nidos

Son animales sedentarios, no obstante los ejemplares jóvenes recorren enormes distancias durante su primer invierno. Sienten preferencia por determinados lugares y posaderos, ramas seca de árbol, repisa de un cortado rocoso o la cima de una peña, donde pasan muchas horas del día. La pareja de águilas se mantiene fija dentro de un territorio de grandes dimensiones. 
Inician los vuelos nupciales en el mes de enero, simulando ataques en los que entrechocan las garras. A pesar de ser muy silenciosas, en esta época suelen en ocasiones emitir agudos maullidos
Poseen varios nidos, que van utilizando alternativamente, estos son construidos generalmente en cortados rocosos, cada pareja suele tener entre 2 y 5, los cuales son ocupados alternativamente, ya que por lo general, una vez han volado los pollos queda cubierto por restos de presas y es necesario dejarlo dos inviernos antes de volver a usarlo de nuevo.
La puesta se realiza entre los meses de marzo y mayo , con intervalos de tres a cuatro días, consiste casi invariablemente en dos huevos, de color amarillento con manchas marrones y garantiza por lo menos la supervivencia de al menos uno de los pollos en periodo de poco alimento. Si los huevos fueran puestos a la vez, dos pollos del mismo tamaño podrían competir por las escasas presas y llegar a morir los dos, de esta forma, uno de ellos será siempre de mayor tamaño y si no hay comida suficiente se impondrá sin piedad al otro que morirá de inanición. Este fenómeno se conoce con el nombre de cainismo.  La incubación dura aproximadamente 45 días, los cuales son incubados por la hembra y la encargada de alimentar a los polluelos, permaneciendo con ellos en el nido la mayor parte del día mientras el macho se dedica a la captura de alimento.
El águila real, es un animal fuerte con unas poderosas garras que le permiten matar sin excesivo esfuerzo presas de seis o siete kilos. La base alimenticia es muy variada, incluye en su dieta predadores como zorros, gatos monteses, lechuzas, culebras, etc., aunque no duda en cazar palomas, conejos, reptiles y aprovechar carroñas cuando tiene ocasión. Esta especie prácticamente no tiene enemigos en la naturaleza a no ser el propio hombre. La expectativa media de vida para los adultos en estado silvestre es de 10 años pudiendo llegar a los 20 años.
A la persecución humana que sufre, hay que añadir las duras condiciones climatológicas que la especie sufre en alta montaña. La población total en La Rioja, se estima entre las 15 y las 20 parejas reproductoras. Las medidas de protección a todas las aves de presa decretadas por el Gobierno palian en gran medida la acelerada caída en la densidad del Águila Real en España. Pero como se trata de una especie que preferentemente habita la alta montaña, allí es difícil que la Ley pueda perseguir a los infractores a menos que la educación cívica y el respeto a la Naturaleza puedan más que el temor a la sanción.
El creciente excursionismo de montaña, el alpinismo y lo frecuentados que son ahora lugares antes inaccesibles prácticamente a las personas de toda condición, son también causas de la drástica disminución de esta maravillosa ave de presa que a la vez es muy sensible a cualquier molestia o a la presencia del hombre, siendo esto motivo suficiente para abandonar un nido o una puesta. 



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